Marea Alta

Del 10 de agosto al 16 de septiembre de 2023

A una década del estreno en el Centro Cultural San Martín, Fundación Cazadores exhibe, en una reversión, Marea Alta + Zona Hadal, la mega instalación inmersiva que impactó al público en el Festival Noviembre Electrónico de 2013.

Se trata de una obra coreográfica-visual de grandes dimensiones que conjuga el lenguaje coreográfico de Margarita Bali y el escultórico de Claudia Aranovich, con una composición musical del artista multimedial Gabriel Gendin.

“Es un honor para nuestra institución que Marea Alta + Zona Hadal habite la Sala Imán. La obra y las búsquedas de sus creadoras se ensamblan a nuestra visión sobre las artes contemporáneas. El foco de Cazadores es la formación y difusión de artistas y proyectos que buscan desafiar y explorar los límites de las disciplinas artísticas, sus formatos y dispositivos. La amalgama que logran Claudia Aranovich y Margarita Bali en Marea Alta habla justamente de la posibilidad de explorar fusiones y dispositivos que permitan esos encuentros”, sostiene Viviana Romay, directora general de Cazadores.

Marea Alta se compone de grandes objetos marinos en un enorme espacio oscuro con zonas de arena, sobre los que se proyectan imágenes de figuras humanas en movimiento, dentro del agua, fusionadas con imágenes de especies del mar. En esta versión se suma Zona Hadal, un concepto a partir del cual se incorporan a la obra nuevas proyecciones. Hadal, en referencia al dios griego del inframundo Hades, significa en francés “lugar de la muerte” y representa la zona de aguas profundas del océano a más de 6.000 metros de profundidad, donde habitan especies que viven y habitan un tiempo casi detenido. Moluscos, crustáceos, peces abisales, especies hiper resilientes con luminiscencia propia, gigantismo y larguísimos años de gestación.

La instalación plantea la idea de la evolución humana dentro de la vida natural del planeta, la vida orgánica que se destruye paulatinamente y los paraísos que perdemos irremediablemente, y a su vez y pese a todo, la resiliencia de la naturaleza.

El espectador transita todas estas escenas, en un recorrido que atraviesa las distintas proyecciones, mientras el sonido envolvente de Gendín acompaña y potencia la asombrosa atmósfera oceánica.

“Música, danza, escultura, escenografía, video y animación se entremezclan con el fin de formular una experiencia basada en la inmersión, la sinestesia, las travesías múltiples, la alegoría y la colaboración creativa. Los personajes traídos por la marea aportan a su vez una nota de misterio, seducción y fascinación. Todos estos elementos confluyen en una verdadera obra abierta que reclama curiosidad y participación”, sostiene el texto curatorial de 2013 de Rodrigo Alonso, aún vigente. En esta oportunidad, se exhibe en sala un nuevo texto del curador.

Además, como parte de la muestra, se exhiben obras y producciones independientes de las dos autoras. Margarita Bali presenta Mujer oceánica, un torso sobre el que se proyectan algas, corales y medusas que aparentan arterias y órganos tramados con diseños orgánicos de vestimentas femeninas; mientras que Claudia Aranovich exhibe sus semiesferas en las que a través de las lupas incorporadas se vislumbran misteriosos mundos interiores de abismos oceánicos y bosques artificiales.