Fundación Cazadores celebró la quinta edición de Instalar Danza. El programa promueve y fortalece tanto la creación de obras como la investigación y la experimentación. Su propuesta de residencia artística integral proporciona a las y los artistas invitados tiempo, espacio y recursos para el desarrollo de sus proyectos, además de la asesoría y el acompañamiento de una curadora, una dramaturgista y una artista visual asociadas al programa. De esta manera, se crea un diálogo virtuoso entre diferentes disciplinas y lenguajes a partir de la idea de una comunidad de profesionales trabajando en colaboración y generando una sinergia que dinamice las propuestas artísticas de lxs jóvenes seleccionados para el programa y los estimule durante el proceso de creación, investigación y montaje de sus obras.
Por segundo año consecutivo, la curaduría del programa estuvo a cargo de Maricel Álvarez, quien convocó a las y los artistas y creadores Andrés Molina, Eugenia Roces y el colectivo conformado por Ramiro Cortez, Federico Fontán y Julieta Ciochi. En tanto, Victoria Alcala, doctora en letras, profesora e investigadora universitaria, fue parte de la propuesta como dramaturgista, y Leila Tschopp, artista visual de gran trayectoria, como asesora para el desarrollo de las propuestas espaciales de cada proyecto.
“A partir del hacer y del pensar la danza, esta plataforma vino a instalar con la fuerza de lo poético una discusión en torno al lugar que ocupa en el presente esta práctica artística en su diálogo vivo con otros campos de acción como las artes visuales, la performance y el teatro”, sostiene Maricel Álvarez.
Las obras que se presentaron este año son Primer boceto, de Andrés Molina; Tierra de roces, de Eugenia Roces, y Máquina drama, de Ramiro Cortez, Federico Fontán y Julieta Ciochi.
Primer boceto, bajo la dirección de Andrés Molina, interpretada por Diana Szeinblum y con música en vivo de Ismael Pinkler, gira en torno a la investigación sobre cómo el cuerpo en movimiento y el sonido convergen inspirados en los principios de la pintura y el dibujo. El escenario se concibe como un lienzo en blanco donde el cuerpo es el encargado de traducir ese cruce. Esta experiencia nos invita a descubrir cómo el mundo interior de un cuerpo se despliega hacia el exterior a través de un simple gesto como el de tomar un lápiz, conformando una posible partitura para el sonido y movimiento.
Tierra de roces, dirigida e interpretada por Eugenia Roces, es una pieza performática para un cuerpo que atraviesa la acción constante de construir un paisaje o un territorio. En un vínculo plástico, poético, y kinético con el material tierra, la artista indaga los conceptos que atraviesan cuerpo y tierra. Fertilidad, propiedad, fundación, conquista, mapa, territorio son algunos de los tópicos que intentan traducirse en acciones performáticas o danzadas. Intentando poner en tensión valoraciones estéticas que recibe un cuerpo, con las valoraciones de mercado que son impuestas sobre los territorios, se construye un tiempo y espacio de exposiciones físicas y plásticas, entrando en un dispositivo de afectaciones mutuas, donde al fin y al cabo, no se sabe si el cuerpo construye al paisaje o viceversa. La pieza indaga la posibilidad de revertir ciertas prácticas de poder o de posesión de los cuerpos sobre la tierra y transformarlas en un gesto erótico, estético y sensible.
En tanto, Máquina drama, de Ramiro Cortez, Federico Fontán y Julieta Ciochi, despliega una maquinaria escénica en la que crea un acto para sentir. Los momentos se van montando y desmontando para establecer diferentes capas de sentido. Evocan el universo del animé, lo melancólico, historias de amor y derrota, la ausencia, el derrumbe. Existe una tensión entre la emoción y un sistema que fabrica ilusiones. Estas ilusiones no intentan engañar al espectador sino al mismo que las construye: son una forma de protegerse de lo desconocido. Una respuesta, la única posible, para intentar dar un equilibrio al desorden.
En esta propuesta los directores buscan develar la maquinaria que produce toda escena, juegan con sus bordes y, mientras los cuerpos bailan, se confunden en sus representaciones, en sus objetos y proyecciones, se preguntan: ¿puede el espectador armar relatos sin una maquinaria escénica que opere sobre la percepción, las ilusiones y sus ausencias?
Además, como parte de la programación de Instalar Danza, se realizaron actividades públicas, abiertas a la comunidad, de entrada gratuita: talleres, clases abiertas, charlas y una presentación especial de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea, dependiente de la Dirección Nacional de Elencos Estables de la Secretaría de Cultura de la Nación, bajo la dirección de Gustavo Lesgart y la subdirección de Marina Giancaspro. La compañía promueve, produce y difunde la danza contemporánea generada en nuestro país y fomenta la interpretación, creación y experimentación, interactuando con distintos sectores sociales en diferentes espacios locales, regionales e internacionales. Además, después de las últimas funciones de las obras, hubo charlas abiertas de lxs artistas con el público.
Acerca de los artistas
Andrés Molina es licenciado en composición coreográfica por la UNA, se formó en diversas instituciones y con distintos docentes de teatro y danza. Como actor, intérprete y performer trabajó con Guilermo Cacace, Diana Szeinblum, Celia Argüello, Juan Onofri, Silvina Grinberg, Julieta De Simone, Amparo González Sola, Matthieu Perpoint, Juan Pablo Gomez, entre otrxs. Algunos créditos como coreógrafo incluyen: Categoría Mosquitos, Petróleo, Aire de Montaña y Bailan las almas en llantas, La Enamorada, Mateo, Parias, Dios está en la casa, Intimo y Proyecto Conejos.
Actualmente es docente en la Escuela Metropolitana de Arte Dramático y en distintos espacios independientes de formación artística.
Eugenia Roces es artista del movimiento, gestora, performer, docente. Sus intereses se centran en la investigación dentro de las artes vivas y la performance, indagando el cuerpo en vínculo con materiales orgánicos y sintéticos.
Oriunda de Santa Fe, reside actualmente en Buenos Aires, donde dicta clases, desarrolla sus obras y trabaja como intérprete para diferentes artistas. Dentro de las artes escénicas trabajó con Pablo Rotemberg, Leticia Mazur, Viviana Tellas, Maruja Bustamante, Carlos Casella, Gustavo Lesgart, Lucia Giannoni, Catalina Lescano, Diana Szeimblum, Marina Otero, entre otrxs.
Becada para Impulstanz-Vienna y Jóvenes Creadores-Montevideo. Recibió premios a Mejor Coreografía (2017), Mejor Intérprete (2019) en Bienal Arte Joven y Beca a la Creación del FNA (2021). Forma parte del colectivo independiente de gestión y producción de danza La duncan y del programa Danza en Tecnópolis.
La dupla de intérpretes y coreógrafos Federico Fontán y Ramiro Cortez lleva más de 10 años de trabajo en colaboración. Su primera obra, Los cuerpos, se estrenó en el año 2013 recibiendo numerosos premios, estímulos e invitaciones a festivales nacionales e internacionales. Siguieron La corporación en 2016 y El otro lado en 2017, en la que se incorporó Julieta Cioch al equipo artístico. En 2019 los tres realizaron una residencia apoyada por el Instituto Francés en colaboración con la creadora musical francesa Meryl Ampe en el marco de La Bienal de Arte Jóven. Maquina Drama es la primera obra donde dirigen juntxs.
Federico y Ramiro también realizaron la intervención para espacio no convencional Inmortal y Regresiones, pieza creada en residencia junto al director musical Facundo Negri para la Compañía de Danza Contemporánea de la Universidad Nacional de las Artes y el Ensamble de música contemporánea Tropi.
INSTALAR DANZA V
Curaduría: Maricel Alvarez
Dramaturgista: Victoria Alcala
Artista visual invitada: Leila Tschopp
PROGRAMACIÓN
Primer boceto, de Andrés Molina
Jueves 7, 14 y 21 de marzo, a las 20.
Dirección: Andrés Molina
Intérprete: Diana Szeinblum
Músico en vivo: Ismael Pinkler
Ilustraciones: Mariel Mendez
Asistencia artística: Mariel Mendez
Diseño de luces: Adrián Grimozzi
Colaboración artística: Julieta De Simone, Sharon Luscher
Tierra de roces, de Eugenia Roces
Viernes 8 de marzo, a las 21.30. Viernes 15 y 22 de marzo, a las 20.
Dirección y performance: Eugenia Roces
Colaboración artística: Natalí Faloni
Composición sonora: Erico Schick
Producción: Poppy Murray
Este proyecto cuenta con el apoyo de REM DANZA.
Máquina drama, de Ramiro Cortez, Federico Fontán y Julieta Ciochi
Sábados 9, 16 y 23 de marzo, a las 20.
Creación y dirección: Ramiro Cortez, Federico Fontán y Julieta Ciochi
Intérpretes: Ramiro Cortez y Federico Fontán
Diseño de luces: Paula Fraga
Esta obra cuenta con el apoyo del Fondo Metropolitano, GCBA.
Actividades públicas
Actividades de entrada gratuita, con inscripción previa.
Sábado 9 de marzo, a las 18
“Bailar, pintar, escuchar”, por Andrés Molina.
Taller que abordará una práctica donde el movimiento, la pintura y el sonido dialoguen para conformar una improvisación colectiva. No se necesita experiencia previa.
Sábado 16 de marzo, a las 16
“Improvisación en danza”, por Julieta Ciochi, Ramiro Cortez y Federico Fontán.
Propuesta dirigida a personas con algún tipo de información en danza o en artes del movimiento.
Sábado 16 de marzo, a las 18
“Precipitar Danza: práctica de danza-investigación del movimiento”, por Eugenia Roces.
Una invitación a atravesar una práctica en la que investigar y experimentar el movimiento y sus cualidades, como una forma de indagar los paisajes que somos. Dirigida a todo público.
Sábado 23 de marzo, a las 17:30
Presentación especial de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea.
Dirección: Gustavo Lesgart
Subdirección: Marina Giancaspro
Asistencia coreográfica: Ramiro Soñez, Agustina Sario
Bailarines/as: Yésica Alonso, Ernesto Chacón Oribe, Maria del Mar Codazzi, Victoria Delfino, Magalí Del Hoyo, Pablo Fermani, Diego Franco, Liber Franco, Leonardo Gatto, Juan Pablo González, Yamila Guillermo, Victoria Hidalgo, Juan Salvador Jiménez Farfán, Virginia López, Inés Maas, Nicolás Miranda, Rafael Peralta, Mauro Podesta, Bettina Quintá, Candela Rodríguez y Victoria Viberti
