“Más de una vez hablé del dolor, de mi cuerpo perdido en el deseo. Quizás siempre me toque hablar de lo mismo. Es que me duelen algunos cuerpos y por eso no puedo actuarlos más, se los dejo a otros.
Estos yo no podría actuarlos, porque el dolor de mi madre me duele, pero al mundo le duele el dolor de la madre y a veces el mundo quiere a la madre y otras veces el mundo no le da lugar a la madre.
¿Quién puede actuar a su madre? Mejor dicho, ¿quién puede actuar la pena de su madre?”.