Programa Impulso Cazadores - Obras en residencia 2022

Un cuerpo que mira

Septiembre - Octubre 2022

El Programa Impulso Cazadores está direccionado a acompañar procesos artísticos en desarrollo, brindando colaboración tanto en la instancia de gestación de la obra como en la etapa de su consumación en sala. Se enfoca principalmente en artistas activos que se encuentran abocados a experiencias transdisciplinares, así como desplazando los bordes de sus disciplinas de origen o transportando sus cuerpos a materialidades que aún no habían transitado.

Para tal fin, cada artista -seleccionado por convocatoria abierta- cuenta con el acompañamiento de un tutor invitado, un espacio de trabajo, la colaboración del equipo de Fundación Cazadores y la sala de exhibición.

En su edición 2022 la Dirección del Programa estuvo a cargo de Mariana Obersztern y el jurado de selección de proyectos estuvo integrado por Maricel Álvarez, Diego Bianchi, Gonzalo Aguilar y Teresa Riccardi.

 Las exposiciones que completan el Programa Impulso Cazadores 2022 junto a Un cuerpo que mira, son Invernáculo Marrano y SIMA / Sexto continente

En Un cuerpo que mira, Pablo se propone inserto en una trama de mecanismos y se dispone a habitar esa instalación compuesta por altas dosis de pragmatismo y capricho en idénticas proporciones, como si el recorrido que lleva a cabo, una suerte de “ruta de las pinturas”, fuera un mapeo personal a transitar y a develar.

Las cinco máquinas que ha construido, y dentro de las que pinta, son soportes para sus cuadros y, a la vez, obstáculos. O, considerado de modo inverso: son obstáculos que, al tiempo que generan una resistencia incómoda, prontamente se erigen en una suerte de soporte ideal, una situación excelsa para pintar en y desde ella.

Si bien el entramado de máquinas es exógeno, ya que Pablo lo emplaza fuera de su cuerpo y en el espacio de la sala, lxs espectadores no tardarán en advertir que esos diversos cruces de caminos que conquistan al artista, o que en ocasiones incluso lo expelen, han sido originados también desde dentro de su cabeza.

De este modo, la instalación performativa puesta en acción produce una lógica de duplicaciones y extrañamientos que, en lugar de distanciar partes, las conecta instaurando articulaciones que no hubieran podido producirse si antes no se escindían. Es así que, mediante una vía sinuosa e improbable, la pieza consigue -tal como de algún modo lo sugiere el nombre que comporta – que sus partes puedan mirarse entre sí.

Mariana Obersztern

Vestuarista: Mutante Robin
Programadora titular: Sara Isabel Santacruz
Consejero escultor/Alquimista: Agustín Fernández

Pablo Cavallo