El Programa Impulso Cazadores está direccionado a acompañar procesos artísticos en desarrollo, brindando colaboración tanto en la instancia de gestación de la obra como en la etapa de su consumación en sala. Se enfoca principalmente en artistas activos que se encuentran abocados a experiencias transdisciplinares, así como desplazando los bordes de sus disciplinas de origen o transportando sus cuerpos a materialidades que aún no habían transitado.
Para tal fin, cada artista -seleccionado por convocatoria abierta- cuenta con el acompañamiento de un tutor invitado, un espacio de trabajo, la colaboración del equipo de Fundación Cazadores y la sala de exhibición.
En su edición 2022 la Dirección del Programa estuvo a cargo de Mariana Obersztern y el jurado de selección de proyectos estuvo integrado por Maricel Álvarez, Diego Bianchi, Gonzalo Aguilar y Teresa Riccardi
Las exposiciones que completan el Programa Impulso Cazadores 2022 junto a SIMA / Sexto continente son Invernáculo Marrano y Un cuerpo que mira.
En SIMA / Sexto continente, les artistes Herrera, Mosquera, Spivacow y Mugica – todes fotógrafes en sus disciplinas de orígen-, se adentran en las vicisitudes de su propia pieza como abducidos por ella. Es que el entramado de ideas y materiales que enfocan y ponen a jugar allí –el posible punto de cruce entre las excavaciones e indagaciones espeleológicas y los bemoles de la fotografía, sus procesos de pesquisa, sus climas íntimos y sus estados de revelación– generan una intersección tan certera que parecería devenida de alguna clase de visión capaz de convencernos de que estamos visitando un territorio que ya existía con anterioridad: un sexto continente que no veíamos. La internación en la obra –una sugestiva instalación visual, auditiva, performática y sensorial–- tiene algo de expedición; una por la que sus autores nos conducen casi literalmente de la mano. SIMA / Sexto continente parece haber sido concebida durante la noche. Tanto las porciones que la constituyen como las acciones que les performers llevan a cabo en su interior, transcurren embebidas del misterio propio de esas horas del día. La intimidad, el enigma de la oscuridad, el susurro. Texturas que fulguran en esas franjas horarias, cuando el resto de las cosas están dormidas.
Mariana Obersztern